El 5 de Diciembre de 1872, mientras navegaba cerca de las islas Azores, el capitán Morehouse avistó el barco Mary Celeste. Sabía que estaba gobernado por un viejo amigo, el capitán Briggs, y tomó rumbo para acercarse, presentarle saludos y consultarle el estado del mar en la zona a la que se aproximaba.
Briggs había salido casi un mes antes de Nueva York, camino de Génova, con un cargamento de alcohol industrial. Le acompañaban en la travesía su esposa y su hija de dos años, además de un oficial, un cocinero y cinco marineros, su tripulación habitual.
Morehouse empezó a sentirse inquieto al comprobar que la posición de las velas no correspondía a la dirección del viento. Un hombre experimentado en el mar como Briggs no podría cometer esa clase de error. Cuando los dos barcos estuvieron a poca distancia, Morehouse advirtió con espanto que no había nadie en cubierta.
Temiendo por su amigo, envió a su primer oficial, Oliver Deveau, a investigar el barco.
Luego de la inspección en cubierta procedimos a revisar en detalle el interior, lo primero que nos llamó la atención fue que había restos de comida, colocados con orden en la mesa; también estaban ordenados una serie de objetos pequeños en mesas y estantes, hecho que nos llevó a pensar que si hubiera habido un temporal o colisión se hubieran caído.
La ropa en el camarote del capitán, que supongo pertenecería a él y a su familia, se encontraba ordenada en sus baúles. Encontramos también en sus lugares el dinero y equipaje de la tripulación.
El diario de navegación lo encontramos en la camareta del capitán, lo cual nos sorprendió pues no es su lugar habitual; la última anotación era del 24 / 11 / 1872 ; y en ella no se consignaba nada extraordinario que pudiera explicar la desaparición de la tripulación.
La ropa en el camarote del capitán, que supongo pertenecería a él y a su familia, se encontraba ordenada en sus baúles. Encontramos también en sus lugares el dinero y equipaje de la tripulación.
El diario de navegación lo encontramos en la camareta del capitán, lo cual nos sorprendió pues no es su lugar habitual; la última anotación era del 24 / 11 / 1872 ; y en ella no se consignaba nada extraordinario que pudiera explicar la desaparición de la tripulación.
El capitán Morehouse llevó el Mary Celeste a Gibraltar, donde el procurador Solly Flood inició una exhaustiva investigación. No le condujo a nada. A petición del socio de Briggs, propietario de parte del barco, éste se puso a la venta.
En 1885 el Mary Celeste desapareció en las rocas de la costa de Haití. El mar es el único que sabe que ocurrió con el capitán Briggs, su familia y sus hombres.
4 comentarios:
A pesar de ser de las historias que inquietan, me ha gustado mucho, además el detalle de incluir un testimonio.
:)
Trés bien.
Gracias por la información sobre José Lalupú.
Interesante relato.
muy buenas tus historias
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